¿Por qué es importante medir el peso del vehículo?
La fuerza (o peso) que aplica cada rueda del coche sobre el asfalto debería estar equilibrada en la medida de lo posible. Este equilibrio consiste en un reparto entre ejes, pero también reparto entre ruedas del mismo eje. Este último reparto de pesos es crítico, ya que influye de forma decisiva sobre:
Frenado:
Dos ruedas del mismo eje con pesos distintos en báscula, provocan una desviación en la frenada. De hecho, se genera un par de fuerzas que al frenar, causa una modificación de la trayectoria del coche hacia el lado de la rueda que más peso soporta. Éste caso implica distintas consecuencias si se produce en el eje delantero o en el trasero, ya que el efecto “balanceo” o transferencia de peso del eje trasero al delantero cuando se inicia la frenada, provoca un par adicional y perpendicular que se suma al del eje. En cualquier caso, resulta importante que estos pares sean lo más bajo posibles para evitar accidentes o mejorar seguridad y prestaciones.
Aceleración:
En el caso de una fuerte aceleración con un coche de tracción delantera, un buen equilibrado de los pesos del eje delantero mejora notablemente las arrancadas desde parado, evitando derrapes sobre la rueda que soporta menor peso. En caso de tracción trasera, los pesos por rueda bien repartidos evitan el típico efecto de desviación lateral del eje trasero en la arrancada.
Paso por curva:
En este caso, el reparto de pesos ha de estar equilibrado tanto por eje como por ruedas del mismo eje. Sólo de esta forma, se puede obtener un comportamiento neutro frente a las aceleraciones laterales en coches. Las motos obtienen mejores resultado cuando la báscula encuentra el mejor reparto de pesos entre ruedas, pero con el piloto encima. En la medida que realizamos, el piloto en concreto puede incluirse en la medición (se sube encima de la moto y adopta la posición estándar) para ajustar al máximo las prestaciones que resultarán.